Tántra, un camino incomprendido.
Algunas personas se sienten atraídas por los profundos misterios del Tantra, percibiéndolo como un camino hacia la adquisición de poderes extraordinarios. Sin embargo, la mayoría de las personas se han encontrado con practicantes que están consumidos por un ego inflado por estos mismos poderes. Esta paradoja a menudo atrae a las personas y, al mismo tiempo, fomenta una percepción negativa del Tantra, asociándolo únicamente con atributos demoníacos como el poder y el ego.
Cada faceta de la existencia tiene aspectos positivos y negativos. El Bhagavad Gita expone las tres gunas: tamas (oscuridad), rajas (pasión) y sattva (pureza). Cada acción es impulsada por una o más de estas gunas, o se realiza en un estado de "nirguna" (sin cualidades). El motivo detrás de la búsqueda de conocimiento influye inevitablemente en el resultado.
Desafortunadamente, la mayoría de las personas se acercan al Tantra impulsadas por tamas, buscando el poder en lugar del crecimiento espiritual. Incluso un modesto logro de poder infla su ego, llevándolos a creer que son los seres más poderosos del universo. En consecuencia, se involucran en demostraciones innecesarias de poder, realizan milagros y recurren a la magia negra.
Otros están motivados por rajas, buscando sólo la riqueza. Incluso con una pequeña cantidad de poder, se enfrascan en acumular riquezas, recurriendo al engaño y la propaganda para lograr su único objetivo.
Los individuos impulsados por tamas o rajas son invariablemente egocéntricos. Todo su mundo gira en torno a su ego, y se esfuerzan constantemente por demostrar su superioridad. Cualquiera que siga cualquier camino sin renunciar a su ego solo alimentará su arrogancia, independientemente de sus logros. En el caso del Tantra, muy pocos individuos recorren este camino con la pureza de sattva o el desapego de nirguna.
Consumidas por el ego, las personas olvidan que la naturaleza tiene sus propias leyes que no pueden ser manipuladas. La naturaleza ofrece varios caminos para el crecimiento espiritual, incluido el Tantra, pero los individuos impulsados por tamas y rajas lo han corrompido. Tales individuos no alcanzan poderes divinos, sino más bien fuerzas demoníacas o malévolas, alimentando aún más su ego y creando delirios de omnipotencia.
Durante los últimos doce días, he estado enredado en un caso que involucra magia negra y un grupo de practicantes de tantra impulsados por cualidades tamásicas. Poco a poco se están dando cuenta de la falacia de su creencia en la omnipotencia. Estos individuos se presentan a sí mismos como devotos mientras participan simultáneamente en asesinatos por encargo utilizando fuerzas demoníacas o malévolas. Cualquier persona lógica concluiría que los poderes divinos no pueden ser usados para tales propósitos. Un ser verdaderamente divino nunca cometería tales actos.
El tantra, un camino hacia un profundo crecimiento espiritual, ha sido trágicamente distorsionado por aquellos que buscan el poder personal y la ganancia material. El mal uso de esta antigua práctica ha creado un concepto erróneo generalizado, que eclipsa su verdadera esencia.
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