Los verdaderos masajes tántricos

¿Has probado alguna vez los verdaderos masajes tántricos? no es lo que ofrecen las sexoservidoras. Va más allá de una simple relación sexual.

Esta disciplina viene del tantra, una filosofía tradicional hindú cuyo objetivo es conseguir la plenitud personal mediante la estimulación de la energía que tenemos en nuestro cuerpo. 

Los masajes tántricos son herramientas que usan los expertos en la materia para poder activar los receptores corporales y, así, poder vivir una experiencia intensa que consiga unir el cuerpo con el espíritu mediante la canalización del placer. En Tántra Querétaro vamos a hablarte sobre el arte y origen de los masajes tántricos para que, así, conozcas en profundidad esta filosofía oriental que, cada vez más, se está posicionando en nuestra sociedad.

Tal y como indica su nombre, los masajes tántricos proceden de los tantras, es decir, unos libros sagrados hindúes de los que pueden extraerse diferentes rituales y enseñanzas. 

Para las culturas orientales, el tantra es un método para conseguir alcanzar el crecimiento espíritual a través del placer físico y, mediante los masajes, se pueden llegar a activar partes del cuerpo que nos permitan conseguir el bienestar físico, mental y espíritual. Debemos recordar que la concepción oriental sobre la medicina es diferente a la nuestra, es decir, se considera al cuerpo como un todo, unión entre el cuerpo y espíritu, por tanto cuando estamos enfermos no solo debemos tratar el dolor físico sino que el médico también deberá conocernos para poder averiguar el origen de nuestro mal y, por tanto, erradicarlo. La comunión entre cuerpo y alma es la máxima de la tradición oriental y, con el tantra, volvemos a ver esta unión ya que se considera que llegando a fomentar el placer físico podremos, también, llegar al placer mental, al bienestar emocional y, por ende, a la felicidad. Y esto va intrínsecamente relacionado con tu salud física pues, cuanto más feliz y relajado estés, mejor de salud estarás. Por tanto, como ves, se trata de un círculo inseparable, un todo que une todas las facetas del ser humano: la visible y la invisible. Pero para llegar a alcanzar este placer, estos estímulos que son curativos no solo pueden lograrse con el masaje tántrico sino que también pueden conseguirse con otras técnicas similares a los masajes tántricos que están pensados para proporcionar placer.  

El objetivo primordial de estos masajes es el despertar espíritual mediante la relajación, el placer y el bienestar. El masajista realizará un masaje por todo cuerpo. Utilizando un método que busca relajar los órganos y la mente mediante, y activar la energía en diferentes puntos energéticos mediante el envío de señales de placer. Con este masaje se consigue desactivar la mente para, así, poder llegar a un estado meditativo en el que se relajan los pensamientos y las sensaciones físicas se vuelven mucho más intensas.

Además con estos masajes se consigue despertar la energía interior ya que, como acabamos de indicar, consiguen que la persona que lo recibe establezca un estado de meditación intensa consiguiendo dejar de lado los pensamientos de cada día y dejándose llevar solo por el lenguaje del placer. Cada roce, cada sensación y cada caricia son muy poderosas porque somos capaces de concentrarnos tan solo en ellas. 

Existen dos tipos de masajes tántricos: los masculinos (lingam) y los femeninos (yoni) que posibilitan placeres más diversos ya que el cuerpo femenino dispone de más puntos que pueden estimularse. Es un método que, además de conseguir relajarnos, conectar con nosotros mismos y autocurarnos, también nos ayuda a entender el placer de otra manera. Pero con los masajes tántricos se consigue despertar otro tipo de deseo, el placer de cada caricia y cada sensación. Además de esto, otro de los beneficios de estos masajes es que nos aportan una sensación de bienestar, de paz mental y relajación, todo ello, contribuye a que nuestros órganos funcionen de forma más armónica regularizando el ritmo cardíaco y, también, reduciendo la presión arterial. 

Por tanto, se consigue un bienestar total: tanto por dentro como por fuera. Debido a la generación de placer, los masajes tántricos contribuyen a la liberación de endorfinas de forma natural, las hormonas que se conocen como “de la felicidad” pues son las responsables de proporcionarnos una sensación de bienestar e inhibición del dolor.